Desde el corazón

Carta desde mi corazón (que aún te ama mucho, mucho)

Hola mylove…

No sé si esto algún día lo leas, o si quede solo como un suspiro escrito para mí misma.

Hoy solo quiero decirte que te extraño…

No con drama, ni con reproches,

sino con esa ternura que aún se activa cuando pienso en ti.

Un pensamiento, silencioso, que aparece entre el café, el viento, o una canción tonta en TikTok.

Tu nombre sigue vivo en rincones que no logro barrer del alma.

Y sí, confieso que hoy fui a mirar la cuenta de tu hija.

No fue por curiosidad vacía. Fue amor.

Esa necesidad humana de saber que estás bien,

que todo sigue caminando para ti…

y quizás, solo quizás… que en algún rincón de tu vida,

también me piensas.

No te escribí. No quise romper tu paz, ni la mía.

Pero entré al chat. Porque a veces, simplemente duele ser valiente todo el tiempo.

Y porque hay días como hoy, donde más que amor romántico,

solo quisiera abrazarte y decirte que estoy bien…

y preguntar si tú también lo estás.

Sé que tomé la decisión de soltar.

No por falta de amor, sino por amor a mí.

Porque aun cuando fui feliz contigo,

me di cuenta que necesitaba estar en una historia donde también me eligieran sin pausas, sin silencios largos, sin tantos "cuando termine esto" sin tantos "un día" y merezco ser parte, no solo testigo.

Pero de igual forma, aun te pienso.

Y no me avergüenza decirlo:

aún te amo… mucho, mucho.

Un amor profundo, que no exige, pero que sigue vivo.

Y aunque la vida nos mueva por otros caminos,

mi más íntimo deseo es que algún día, de verdad,

puedas cumplirte y cumplirnos

todos esos momentos que dejaste para después.

Que tal vez, en otro tiempo más libre o más claro,

podamos vivir lo que soñamos.

Mientras tanto, solo quiero agradecerte.

Porque aunque no terminamos juntos,

ese amor sembró en mí el deseo de elegirme,

de mirarme con más ternura,

de reconocer mi valor.

Tus palabras, la forma en la que me mirabas,

ese modo en que me decías que era luz…

fueron más que amor de pareja:

fueron un espejo que me mostró quién soy.

Y si algún día, en medio de tu rutina, te llega este eco suave,

que sepas que no hay rencor aquí.

Solo amor quieto. Silencio agradecido.

Y un corazón que sigue creciendo,

con todo lo que vivió contigo.

Con cariño,

Yo