día 25 mayo 12 2025

Hasta cuándo dura la perseverancia?

Hola mylove.

Hoy sentí la necesidad de escribirte, no para buscar respuestas, ni para pedirte nada, sino para abrir el corazón que durante tanto tiempo te amó, te esperó y soñó contigo.

He estado pensando mucho. En ti, en mí, en todo lo que vivimos y todo lo que no pudimos terminar de construir. Y aunque hay días en los que me siento fuerte, hoy hay uno de esos momentos en los que te extraño profundamente. No solo tu presencia, sino lo que sentíamos juntos. La felicidad extasiada que compartíamos cuando estábamos cerca… Esa magia que no era ilusión, era real. Y aún lo es, en mí.

Sé que estabas pasando por momentos difíciles: tu trabajo, tus deudas, tu hija, todo ese peso. Lo vi. Lo sentí. Lo entendí. Y estuve ahí. Estuve con todo mi corazón, con mi entrega, con mi paciencia poca o mucha y con el deseo de formar una familia contigo. No perfecta, pero real. Con tus heridas, con las mías, con nuestros hijos. Yo creía en eso. Y todavía creo que eso era lo correcto: no alejarnos por miedo a dañar, sino unirnos con amor para sanar.

Pero mientras tú intentabas protegerme, también me fuiste alejando. Y aunque me incluías en tu vida, lo hacías como si temieras que el amor pudiera hacer daño. No me dejaste ayudarte, ni estar para ti del modo en que mi alma pedía. Yo no quería ser una carga para ti, Mike. Quería ser tu hogar.

Y sí… llega un punto en el que una persona que ama tanto, también necesita sentirse elegida. Yo te elegí todos los días. Pero ya no podía seguir haciéndolo sin sentirme vista, sin sentir que tú también caminabas hacia mí. Así que no, no me rendí. Me elegí. Me dolió. Aún me duele. Pero no fue abandono. Fue amor propio.

Sé que en tu mente piensas que lo que hiciste es lo mejor para mí. Que quieres que esté bien. Pero déjame decirte algo con total honestidad: los momentos en los que fui profundamente feliz fueron contigo. No con la distancia, no con tu silencio, sino contigo cerca, en cuerpo y alma.

Y a pesar de todo, si un día llegaras, si vinieras por mí, con verdad, con presencia, con decisión… mi corazón no tendría rencor. Solo amor y una alegría tan grande que no sabría cómo sostenerla.

Pero hasta entonces… aquí estoy. Aprendiendo a sostenerme sola. No porque no te ame, sino porque me amo también.

Te amo. Con todo lo que soy,
Blanca 

Entradas más populares de este blog

day 4 part 4

words - palabras

What I've done