día 20 7 de mayo 2025
Nada más bello que una conversación incómoda. De esas que te hacen sentir todo.
Aunque duela aunque llore, aún cuando incluso sienta que me atacan, que me sienta triste o enojada.
Me gustan las conversaciones que me hacen reflexionar aunque duela.
Pero el chiste está en que una conversación o diálogo incómodo es eso. Un dar y un recibir.
Qué triste cuando llega el silencio en uno de los dos lados.
Y qué pasa cuando digo lo que siento pero no soy claro con lo que quiero o viceversa. Confusión. Caos.
Y la mayoría odiamos eso.
Por eso buscamos claridad.
Comunicación.
Y si. No todos necesitamos la misma cantidad ni la calidad. Y lo acepto, así sucede y estoy bien con eso.
Tuve que atravesar por el infierno propio para darme cuenta.
Si el infierno que para mí suponía el sentirme ignorada, omitida, alejada, no querida.
Me rompí o me rompieron? Da lo mismo. Prefiero pensar que me rompí sola buscando en personas que daban de forma diferente. Y para nada está mal. No fue su error, fue el mío.
Porque todos pueden cambiar hasta cierto punto y si se les da la gana y con harto harto esfuerzo.
Porque seamos honestos, una vez que pasas de los 30 las formas y creencias en lugar de transformarse, se arraigan más.
Decían mis abuelos que genio y figura hasta la sepultura.
Un poco rígido el asunto sin embargo era su época.
Yo crecí en una donde la flexibilidad era importante, nuevas tecnologías, muchos cambios entre lo viejo y lo nuevo. Y mi personalidad da para eso.
Y claro! Seguramente hay cosas pocas o muchas donde soy inflexible. Unos de ellos. El contacto y la comunicación. Inevitablemente para mí es primordial.
Antes creí que el sexo. Y solo hasta que me quedé con tanto tiempo sin contacto físico supe que podía prescindir de eso.
Vaya que no me malentiendas. Muero de ganas de una maratoneada de días! Jajajajajaja. Es solo que ya puedo poner al sexo como algo secundario.
La comunicación era tan selectiva que me daba solita en la madre. Porque me agarraba a mis personas favoritas entre ellas tú y pues sólo buscaba comunicarme contigo. O con Luisa o con mi carnal. No incluyo a mis hijos porque definitivamente hay temas que no puedo ni debo tocar con ellos.
Siento que en eso estamos de acuerdo.
Pero eso ya tampoco importa demasiado.
Hoy vine a una junta de firma de boletas y por primer vez en todas las juntas de todas las veces de todos los años desde que mis peques van a la escuela. Me quedé callada toda la junta.
Observaba al monito del director tratando de hacer bromas y buscando conectar con los papás, queriendo convencer sobre qué es lo mejor para los niños.
Y oía a las mamás riéndose de sus bromas y chistes y por primer vez sentí que no encajaba.
Bueno no es la 1a vez, de hecho, ya son muchas. Es solo que ahora las percibí más asentadas.
Me di cuenta de que ya no sonrío tan fácilmente, como que no me da la gana.
Y me pregunto si no me estaré amargando y a la vez... Qué importa? A quién le importa en realidad?
Mi hermano dice que sigo teniendo una linda sonrisa, pero si antes se percibían como escasas ahorita son más.
Al menos puedo ver tu foto y veo los cambios entre quién eras y quién fuisteis la última vez que le di screen shot al cel.
Supongo que yo también cambié.
La diferencia es que a mí no me agrada en quien me convertí. Aun estoy en el proceso de aceptar que cambié. Que sí me amargué.
Que me agoté de tanto brincar tratando de empujar y me mover una estructura cúbica inamovible. Tu.
Y no medi cuánto me iba a costar de mí misma.
Y lo digo sin arrepentimiento. Lo hice porque quería verte sonreír como cuando éramos niños.
Libre. Divertido.
Sólo no supe calcular qué tanto me iba a impactar a mí hacerlo.
Y yo pelota brincadora, ardilla con cafeína. Valí madres. Y fue mi elección.
Ahora en este cansancio emocional que estoy experimentando ahora soy un cubo. Jajajajajaja la ironía.
La ventaja es que ya fui pelota. Sé lo que se siente y como se siente. Sólo que ahora elijo quedarme así. Moviéndome casi nada. O al menos para mí estándar.
Tanto que ahora mi hermano y el padre de mis hijos quieren que me "active" que me llene de cosas, que salga, que regrese a quien era.
Y si no lo he hecho ni se te ocurra creer que es tu culpa.
Porque ésta es mi elección.
Y no tengo idea de cuánto tiempo dure.
Ahora estoy pensando solamente en lo que quiero dejar para mis hijos.
Los sueños que vivimos.
Se quedaron en eso. En sueños.
Y como dependían de que estuviéramos juntos, pues...
Se quedarán en el cajón de los recuerdos, y de cuando en cuando les echaré una mirada porque la neta eran rete bonitos.
Pero solo será eso. Hasta que regreses si regresas. Y si no regresas. También tendré que aprender a vivir con eso.
Porque finalmente también fue tú elección. Igual pensaste que era lo más adecuado. No? Para que hacerme sufrir a cada rato si la verdad es que no podías darme lo que necesito. Al menos no antes. No ahora.
Y veo a los chiquillos de la secundaria y los veo ahora tan distinto.
Y me extraño.
Y te extraño.
Nada puedo hacer para cambiar lo que está sucediendo desde abril del 2024 con tu trabajo y nosotros.
Y aquí es donde ya tengo que detenerme.
Carpe Diem