Ando despacio, me quedo conmigo
Hola mylove, mi Mike,
Te amé y te amo desde un lugar tan profundo que aprendí a detenerme.
Por fin me frené por completo. 🥳 Si soy fuerte y sabes? Me respeto. Fue también por ti, por mí. Por lo que éramos, por lo que somos o lo que seremos.
Mientras tú pedías tiempo, finalmente aprendí a dártelo.
Mientras tú decías “espérame”, yo me quedaba esperando que al otro lado de ese “ya merito” estuvieras tú, entero, decidido, valiente. Un ya merito que me desesperaba constantemente.
Pero el tiempo pasó.y siguió pasando tras tantas platicas de "si la realidad ya podría ir a verte y estar contigo".
Y finalmente entendí y comprendí que nada tiene que ver el esperarte con lo que significa para mí, ser quien soy.
Hoy dejo de correr tras de ti, por fin me siento sin rabia, sin exigencia, sin prisa:
yo ya me cansé de querer correr tras de ti.
Estoy aprendiendo a elegir qué diferencias hay entre lo que es para mí y lo que yo quiero y lo que llega y lo que no llega.
Si he de estar, será por lo que se sostenga solo y también junto conmigo.
Ahora comprendo lo que me decías de que soy completa.
Y nada me falta.
Si algún día apareces, que sea en acción, me cansé de las promesas.
Me costó un montón aprender a caminar despacio y firme.
A quedarme conmigo.
A ser femenina sin huir.
A confiar en mi y hacer pausa como un acto sagrado.
Te agradezco, profundamente,
por enseñarme a amar sin garantías.
Por mostrarme lo que era correr con una meta tan lejana.
Porque gracias a ti, aprendí también a ser como tú:
firme, libre, imparable, inamovible… cuando algo es para mí.
Ahora suelto las expectativas hacia tu parte.
Honestamente a estas alturas ni idea de qué hagas o qué decidas y está bien.
Si lo que fuimos tiene lugar en lo que seremos, te toca a ti tomar el mando de lo masculino: acción, dirección, certeza, fe.
Te toca llegar. Serás tú quien avance si es que aún quieres alcanzarme.
Sin explicarte, sin justificarte. Ya sabemos que eso jamás se te da.
Solo llegar.
Con la decisión de quien sabe que PUEDE.
SIEMPRE.
Yo ya estoy.
Ya soy.
Ya me tengo.
Y esta vez, me quedo aquí, quieta soltando el impulso de: voy a volver atrás.
Si me alcanzas, será bueno, será con realidad, si no, bueno... en los sueños ya estás.
Con amor
Blanca