Manifiesto
Yo, que sé amar profundo y quedarme cuando otros se van,
declaro que mi lealtad comienza conmigo.
Elijo ofrecerme completa en espacios donde valoran todo lo que soy.
Me sostengo en vínculos que me nutren y me honran.
Habito relaciones donde mi alma respira con libertad.
Soy leal a mi bienestar.
A mi verdad, incluso cuando duele.
A mis emociones, aunque a veces se contradigan.
A mis límites, como actos de amor propio.
Cuando me priorizo, cultivo relaciones más honestas.
Cuando me cuido, sostengo vínculos más sanos.
Cuando me escucho, me encuentro.
Ser leal significa cuidarme también.
Elegir conscientemente dónde quedarme,
cuándo soltar,
y cómo volver a mí con ternura.
Amo con profundidad y permanezco en mí.
Escucho con apertura y también me expreso.
Abrazo con el alma y extiendo ese abrazo hacia adentro.
Esta es mi nueva lealtad:
Íntegra, libre, y luminosa.
Con verdad.
Con presencia.
Con alma.