A mí amor

A ti, mi amor compañero de mis travesías,
te escribo desde la pausa entre el pasado y lo posible,
desde este umbral donde la sanación ya no es un deseo,
sino una decisión diaria que tomo con el alma abierta y los pies en la tierra.

Te estoy llamando sin apuro,
porque antes de llegar tú,
necesito asegurarme de que yo llegué a mí misma.
Estoy en proceso. Estoy presente. Estoy despierta.

Quiero que sepas que no llegarás a un corazón vacío,
sino a un corazón lleno de historia, de luz, de sombra y de hijos.
Mis hijos son parte de mi alma. No son un obstáculo.
Son una extensión de este amor que quiero construir contigo.

Estoy ayudando a mis hijos a sanar heridas que nunca debieron cargar,
acompañándolos a comprender que nunca ha sido abandonados,
que el amor no se va, solo se transforma.
Y no quiero traer confusión a su corazón mientras los acompaño.
Así que te pido, amor futuro, paciencia.
Llega cuando el suelo esté firme para ambos.

Te quiero libre y firme,
inteligente y sensible,
sabio en los silencios y juguetón en los encuentros.
Quiero un hombre que me vea y me elija sin dudar,
que entienda que el compromiso no es jaula, sino vuelo compartido.
Un hombre que acaricie, pero también prenda fuego.
Que se ría conmigo, se expanda conmigo y se mire dentro conmigo.

No quiero perfección. Quiero verdad.
No quiero promesas. Quiero presencia.
Quiero un amor que no tenga que esconderse ni explicarse demasiado.
Solo vivirse con coraje.

Cuando estemos listos los dos, sin prisa y sin miedo,
entonces... nos encontraremos.
Y sabremos que valió la espera.

Con todo lo que soy,
te honro ya,
aunque aún no hayas llegado.

Te amo

Entradas más populares de este blog

day 4 part 4

words - palabras

What I've done