Manifiesto de amor sagrado
(para los que se aman sin pedir permiso)
Nosotros, que no cabemos en las bodas de catálogo, somos
los que elegimos la risa privada por encima de la fiesta social,
los que sabemos que esto que sentimos es real, declaramos:
1.
Nuestro amor está bien sin vestidos caros o decoraciones perfectas.
Basta que me ponga tu camisa, nos demos un abrazo bien dado, y me digas un “me quedo junto a ti” dicho sin miedo.
2.
Nuestro templo está donde el alma tiembla.
Puede ser un parque, una cama deshecha, el asiento del coche o una ceremonia inventada.
Si hay verdad, hay altar.
3.
Nos reímos en la cara del juicio.
A quienes nos critican por estar lejos, cerca, por traspasar el tiempo y la distancia porque nos alejamos y seguimos siendo cercas, les regalamos distancia.
Nacimos sin encajar porque nacimos para vibrar juntos.
4.
Lloramos si hace falta. Sentimos todo y vemos todo.
Sin pena, sin esconderlo.
Porque en nuestro amor, el llanto es libertad: es bautismo.
5.
Nos cantamos el uno al otro.
Aunque a veces sepamos que se nos olvida la letra. Aunque se nos olvide el tono.
Lo importante es que la canción existe porque tú y yo la inventamos.
6.
Honramos lo que fuimos en el pasado.
Lo recordamos, lo sanamos, lo abrazamos como parte de este fuego que hoy arde más limpio.
Y si, dolió, ha valido, mira dónde estamos ahora. Y sabe la vida misma que si nos prometimos estar juntos lo haremos en esta vida. Pase lo que pase. Aun a a pesar de nosotros mismos.
7.
Somos más allá de la cantidad de tiempo juntos.
Nos medimos por todos los momentos donde nuestras almas se sintieron en casa.
8.
El compromiso es con el presente.
Aquí. Ahora.
Sin presión, sin promesas vacías.
Solo esta verdad: quiero estar donde tú estás.
9.
Si nos perdemos, nos buscamos.
Y si no nos encontramos, nos recordamos.
Porque aunque el mundo cambie, lo que fuimos y somos permanece.
10.
Y si algún día decimos “sí” ante el mundo...
Será con tierra en los pies, risas en la panza,
y una canción compartida sonando de fondo.
