Sueño dentro del sueño
Se creó una realidad diferente. Y necesito aprender a vivir en ella, fue una creación llena de miedo y desesperación. El dolor me detuvo de ver lo que tenía y me inundó de tal forma que, tomé decisiones de las cuales arrepentirme es infructuoso.
Mi cerebro está aprendiendo a enfocarse. Después de tantos años de esfuerzo y luchar conmigo misma.
Ha sido un romperme para reconstruirme.
Ése fue el camino que he tenido que transitar para lograr lo que una vez y miles de veces se me pidió. Que tú me pediste.
Todas tus frases revuelan en mi cabeza y tratan de asentarse. Pegarse a esta mujer rota para ser lo que me una por dentro.
El cansancio emocional me ha llevado a sentir pesades y hastío. Más tengo que seguir.
De nada sirvió ni sirve permanecer en ese sufrimiento. Respiro y me pregunto para que me fue dada tu presencia mientras estuviste. Ya no puedo seguir llorando desconsolada porque la vida sigue.
Este camino lo soñé un tiempo atrás. La senda libre que quedaba estaba llena de oscuridad y problemas. Mis problemas. Soñé que tenía que caminar sola para poder re encontrarme con la niña y la adolescente que fuí. El costo era y es muy alto. Tu ausencia.
Estoy a más de la mitad del camino en este momento y si me freno un poco es para poder ordenar en mi cerebro todo lo que soy y todo lo que fuimos. Desde niños hasta el último día que te vi.
Sé que ese día rompí muchas cosas. Te rompí también y lamento mucho haberte hecho sentir tan mal.
Miles de oportunidades se abren ante mi y los caminos son tan variados y diversos que por eso necesito frenar. Y si freno es porque intento saber y ver si en alguno de ellos te encuentras tú más adelante.
Abandonar los sueños que tuvimos dentro de este sueño que llamamos vida me ha costado el alma.
Pero tenía que dejarlos y soltarlos, porque aún cuando han sido los mejores momentos de mi vida, eran la raíz de mi sufrimiento porque quería enraizarlos todos en la realidad que estaba experimentando. En ese momento del espacio tiempo donde nos besamos por primera vez.
Los veía como algo tan fuerte que estaba segura de que resistirian vivir sin sol, sin agua, sin aire. Estaban siendo en mi y en ti en diferentes ritmos.
A diferentes velocidades.
Yo podía verlos arraigarse en mi alma como árboles frondosos que crecieron desmedidamente como baobabs.
Y en ti eran como bambúes que germinaban lento.
Aún así me dije puedo esperar. Finalmente los bambúes tardan 5 años en poder ser cosechadas...
Y resuena en mi cerebro: todo lo que estoy haciendo lo estoy haciendo por nosotros. Suena con tu voz.
Y me confunde.
Porque para que exista un nosotros necesitamos aprender a reconocer lo que nos duele a cada uno o al menos así es mi perspectiva.
Conmigo nada es sencillo.
O igual solamente me complico la existencia.
Por eso estoy aquí tratando de frenar al 100.
Mi hermano y el papá de mis hijos están ocupados tratando de volverme lo que era. Un torbellino de decisiones y acciones que les permitía abusar de mis esfuerzos. En tanto que ahora pues no les ha quedado de otra más que sostenerme porque honestamente desde que lloré en ese cuarto de hotel. Nada me ha sostenido. Y he tenido que asumir que solamente era yo sola.
El nosotros era un tú te sostienes y yo me sostengo, pero si te caes. Ahí la ves manita. Yo tengo que hacer lo mío. Y sí aún siento ganas de reclamar y llorar y aún me duele infinito que estés ausente.
Y por supuesto que suena en mi cabeza: siempre he estado contigo.
Esa imposible forma de decirme que me llevabas contigo a todas partes. Bueno. Creo que ahora es así para mí también.
Para donde volteo te veo. Y cuando freno como hoy solamente puedo llorar por qué dejé de acariciar tu cuerpo.
Y en mi sueño dentro del sueño quiero creer que todo lo que me decías era cierto.
Quiero creer que de verdad me amas tanto como para enfocarte y que estemos bien cerca, en pareja.
Mientras tanto tengo que dejar ese pensamiento a un lado. Porque aún cuando lo crea y lo sienta. Sólo será real cuando lo sea. Ni un minuto antes.
Y bueno, gracias por todo lo que vivimos tal y como lo vivimos. Eso necesita ser pegamento suficiente para que yo me termine de pegar por dentro y combustible suficiente para que avance en la vida.
Hasta que te vuelva a ver.
Sé que estás mejor que yo porque todo esto que estoy sintiendo tú eres mucho mejor que yo para enmascararlo y enfocarte.
Carpe diem dijiste.
Te amo. En todas las realidades.